
-¿Dondé estás?
-No se, el edificio dice Galileo numero #180
-Eres tonta o te haces, ¿Cómo me dices que no sabes donde estás, si es el lugar donde más chambeas?
-¿Qué dices?
-Ay no te hagas pendeja, ¿Qué te dierón muy duro a noche o qué?
Las palabras de ese hombre me comenzaban a molestar, ¿Quién se cree para hablarme de esa manera? Me quede en silencio un momento, no quería contestar enojada, lo necesitaba.
-¿Eliza?¿Te mordió la lengua el ratón? ¡Necesito que vengas inmediato y nada de irte con el dinero! – su voz se escuchaba cada vez más molesta y comenze a asustarme, ¿Quién es este señor? ¿Porqué trata de esta forma a Eliza?
- Me podrías decir como llegar
-¡Chale! ¿Qué traes eh?, agarra un pinche taxi y dile que te lleve a Av. Del columpio #69, aca lo pago y claro después te lo descuento
-Si está bien
-¡Pero correle!
Esa llamada fue muy estresante, me siento aún nerviosa y con un poco de miedo, busco algún taxi, pero ninguno de los que pasan esta vacio, pasan 10 minutos y nada, comienzo a desesperarme y regreso corriendo al edificio, me acerco al guardia algo apenada.
-Disculpe, podría llamar al taxi, la persona que me recogería se retraso y tengo algo de prisa
-Con gusto señorita, espere un momento, sientese aquí mientras llega.
-Que amable, muchas gracias
Si lo pienso es el único acto amable y desinteresado que he recibido desde que soy Eliza, creo que lo que yo veía, era una total mentira, en este momento deseo tanto ser yo misma, aunque regrese a ser esa chava sin atractivo alguno, que es completamente invisible para los demás.
-Señorita su taxi esta aquí
-Gracias
...CONTINUARA
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