domingo, 19 de febrero de 2012

La sonrisa eterna parte 1

Te fuiste inmediatamente, no esperaste ni un minuto cuando lo viste entrar, tu manos comenzaron a sudar y tu piel se torno de un color rosado a pálido en menos de un segundo, no logro entender que te pasa, desde hace días que no eres la misma, te noto extraña, tu mirada todo el tiempo está perdida, pareciera que no estas aquí aunque te tenga a mi lado.

Aquella tarde de Octubre entraste aterrorizada a la habitación por más que te pregunte que tenías no obtuve respuesta, fue aquel día en que dejaste de ser tú, aquella mujer hermosa con esa sonrisa eterna en su rostro que enamoraba a cualquiera, esa sonrisa que hoy no está.

Pensé en correr detrás de ti, pero no lo hice,  solo  me quede sentado tratando de entender que sucede, tratando de descubrir que te pasa, que tiene que ver aquel hombre con tu comportamiento, me levanto y me dirijo a él pero realmente no se que preguntarle, que decirle, doy la vuelta dejo el dinero sobre la mesa y me marcho de aquel lugar, te llamo, pero no contestas, lo intento 2 veces más pero el resultados no es otro, decido ir a casa, tal vez estés ahí....

Solo un pensamiento

Mi cuerpo se siente débil, mi vista se nubla de manera tan lenta que apenas puedo distinguir entre la realidad y el sueño, la luz se encuentra encendida pero mi cuerpo no reacciona como yo deseo, mi mente me dice que me levante pero mi cuerpo simplemente no obedece, la realidad es tan oscura que a veces desearía simplemente hacerle caso al cuerpo, cerrar mis ojos y adentrarme a ese mundo de los sueños, quedarme en el y disfrutarlo, salir por siempre de aquella realidad que solo duele, pero, ¿qué pasa cuando el mundo de los sueños es peor que el real?
A veces los sueños sacan a flote aquellos temores más profundos que guarda el subconsciente, convirtiéndolos en horribles pesadillas, aquellas que te provocan un despertar abrupto acompañado de aquel apresurado latido del corazón y un dolor indescriptible en tu pecho, esa sensación de desesperación, de miedo, de no querer volver a cerrar los ojos por el temor de continuar en esa pesadilla.

Muchas de esas ocasiones deseo tanto transformar esa terrible pesadilla, cierro mis ojos esperando dormir tranquila, pero aquel temor a salido, aquello que he guardado tanto y que inconscientemente he escondido está ahí, que más da, aquel mundo que creemos perfecto, aquel donde podemos ser lo que queremos, donde podemos tener una vida mejor se convierte en algo igual que la realidad, en algo no perfecto.

viernes, 17 de febrero de 2012

EL tren

Ella esperaba a que el llegara, era una noche lluviosa y ella se encontraba dentro de la estación dando vueltas y vueltas sobre su mismo lugar, el reloj marcaba las 12, el tren llevaba una hora de retraso, el sonido de las manecillas del reloj retumbaba en sus oídos y cada segundo se convertía en un eterno tormento.

El oficial se acerco a la mujer lentamente en su rostro se podría notar un poco de nerviosismo.

-Señora es probable que el tren no llegue, puede que se haya parado en alguna estación por la fuerte lluvia-

La mujer lo vio fijamente a los ojos con una mirada llena de preocupación y tristeza, con una voz entrecorta que apenas daba a entender sus palabras le dijo

-Oficial oir lo que más quiera diga la verdad, el tren ya no llegara verdad, porque hubo un accidente, es eso ¿no?

El oficial se estremeció ante la pregunta insistente de la señora, como decirle que si, como romper esa ilusión de una buena vida a lado del hombre que ella amaba, la miro fijamente y con un poco de tartamudeo le dijo

-Lo siento señora, el tren en el que iba su marido explotó y no hay ni un sobreviviente, en verdad lo siento

Las lagrimas recorrieron sus mejillas, se dio la vuelta y camino hacia la salida con una sonrisa de satisfacción en su rostro, al salir, un hombre alto, delgado y con barba la esperaba

-¿Pricilla funciono?

-si mi amor, somos libres