viernes, 17 de febrero de 2012

EL tren

Ella esperaba a que el llegara, era una noche lluviosa y ella se encontraba dentro de la estación dando vueltas y vueltas sobre su mismo lugar, el reloj marcaba las 12, el tren llevaba una hora de retraso, el sonido de las manecillas del reloj retumbaba en sus oídos y cada segundo se convertía en un eterno tormento.

El oficial se acerco a la mujer lentamente en su rostro se podría notar un poco de nerviosismo.

-Señora es probable que el tren no llegue, puede que se haya parado en alguna estación por la fuerte lluvia-

La mujer lo vio fijamente a los ojos con una mirada llena de preocupación y tristeza, con una voz entrecorta que apenas daba a entender sus palabras le dijo

-Oficial oir lo que más quiera diga la verdad, el tren ya no llegara verdad, porque hubo un accidente, es eso ¿no?

El oficial se estremeció ante la pregunta insistente de la señora, como decirle que si, como romper esa ilusión de una buena vida a lado del hombre que ella amaba, la miro fijamente y con un poco de tartamudeo le dijo

-Lo siento señora, el tren en el que iba su marido explotó y no hay ni un sobreviviente, en verdad lo siento

Las lagrimas recorrieron sus mejillas, se dio la vuelta y camino hacia la salida con una sonrisa de satisfacción en su rostro, al salir, un hombre alto, delgado y con barba la esperaba

-¿Pricilla funciono?

-si mi amor, somos libres

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